La Galería RocíoSantaCruz presenta, del 11 de marzo al 14 de mayo, Mujer Situación Límite, una exposición prácticamente inédita de que consta de 32 fotografías de Colita, las cuales se tratan de copias vintage originales que se expusieron por primera vez en 1985 en la Sala de exposiciones de la Caja de Barcelona, con la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona, y bajo el título: Situación límite de la marginación de la mujer.
Treinta y siete años después, la Galería RocíoSantaCruz recupera las 32 tiradas originales en un proyecto expositivo que busca indagar en el espíritu contemporáneo que impregna toda la obra de Colita.
En el programa de mano de la exposición en 1985 incluía un texto inédito de M. Aurèlia Capmany, concejala de cultura del Ayuntamiento de Barcelona en ese momento, escribía:
Cierto, ya lo sabemos y no se cansan de decírnoslo: la enfermedad, la vejez, el trabajo mal pagado, la soledad y la muerte no pertenecen exclusivamente a la mujer. Incluso quienes quieren negar la evidencia nos recuerdan que las mujeres viven más años, que son más fuertes, vamos, que son más mezillas y no se dan cuenta de que con este argumento demuestran aún más la marginación de la mujer.
La marginación no significa más tristeza o más infecciones o más insomnio o más miedo a vivir, significa simplemente que una vez en el margen donde ha sido colocada de nacimiento no hay manera de dar el salto y situarse en el buen camino. Vivir al margen significa que la propia vida no pasa por el camino real, que no conduce a ninguna parte, que depende de otro, como una rémora, sin capacidad de decisión propia, que depende del sonido que tocan y que marca el paso al camino real.
La marginación en ocasiones no se nota, o se nota muy poco. A veces parece que la mujer se ha colocado al margen del camino, siguiendo a saltitos el paso ritmado de los machos, bien uniformados, dali dali por el camino real, y dirías que se han situado al margen por vocación, por decisión, por pereza, por travesura, como si dijeran: ¡Apa, no quiero venir! Si observas bien, te darás cuenta de que no hay nadie que se quede sin cenar por falta de hambre, y que si se queda es que está enfermo.
Por eso para hacer comprender a la gente distraída hasta qué punto la mujer se encuentra, gracias a la pésima organización del cuerpo social, en una situación límite, es decir aculada a la pared, hay que ir con el objetivo a punto y cazar -la en los momentos en que no está de humor para hacer el papelón de: ¡a mí sí que todas me ponen!
Para deshacer las tesis agradecidas, que acunan las buenas conciencias hay que insistir en ideas tan sencillas como estas:
El sitio natural de la mujer no es la cocina.
La maternidad no es la única justificación de la vida de una mujer.
La mujer no es feliz vendiendo su trabajo a precio de saldo
La mujer no se queda nada satisfecha cuando la violan, o cuando la quieren violar y ni siquiera cuando le dicen: ¡Pisa morena!
La mujer simplemente lo quiere todo: responsabilidad, capacidad de decisión, intervención en la vida colectiva, usufructo de todos los dones de la vida, riesgo y plenitud. La mujer es, en primer lugar, persona, y el hecho de ser persona-hembra no debe invalidarle su capacidad de ser persona. Y si es necesario cambiar el cuerpo social para que esto sea posible, pues cambiémoslo.
La vigencia que, desgraciadamente, siguen teniendo el texto de Capmany y las imágenes de Colita, nos obligan a releer y volver a mirar lo que como sociedad no podemos aceptar. Y que Colita con la mirada transgredió de la denuncia en la obra de arte.
Colita, en 40 años de profesión, ha realizado más de 40 exposiciones y publicado más de 30 libros de fotografía. Su obra figura en la colección permanente del Museo Reina Sofía y el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), y parte de su extensa obra está depositada en el Archivo Nacional de Cataluña, en el Archivo Municipal de Barcelona, en el Institut del Teatre, la Fundación Campalans, la Fundación Brossa y la Filmoteca de Catalunya. También ha sido nombrada doctora honoris causa por la Universidad Autónoma de Barcelona en 2012.
En 2014 se le concede el Premio Nacional de Fotografía, premio que rechaza por la situación de la cultura y la educación en España en el momento.
En 2015 se le concede el Premio Bartolomé Ros a la mejor trayectoria española en fotografía. El jurado, formado por Rosa Ros, responsable del legado de Bartolomé Ros; Gervasio Sánchez, fotógrafo; Rafael Doctor Roncero, comisario; João Fernandes, subdirector del Museo Reina Sofía; y Alberto Anaut, presidente de PHotoEspaña, quieren reconocer con este premio «la coherencia de su trayectoria, su independencia profesional y el conjunto de su trabajo, testigo de una época, vivida desde dentro.