La Fundación ”la Caixa”, en colaboración con el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, presenta La máquina Magritte una exposición monográfica dedicada a la obra de René Magritte, (Lessines, 1898 – Bruselas, 1967) el célebre artista belga del siglo XX. La exposición que se podrá ver en CaixaForum Barcelona, del 25 de febrero al 6 de junio, propone una inmersión en el universo creativo y enigmático del artista belga, que definía su pintura como «un arte de pensar» capaz de hacer visible lo singular mediante la paradoja, y cuyos mensajes siguen vigentes hoy.
La muestra, comisariada por Guillermo Solana, reúne 69 pinturas únicas procedentes de museos y colecciones de varios países, como La cascada, La alta sociedad, Tentativa de lo imposible o El sentido de las realidades , que sólo se podrá ver en CaixaForum Barcelona, y se completará con una selección de fotografías y películas caseras hechas por el propio artista.
En 1950, en colaboración con algunos amigos, Magritte escribió el prospecto La Manufacture de Poésie, un catálogo de productos imaginarios entre los que destaca la “Máquina Universal para hacer cuadros”. Esta máquina haría posible componer de forma práctica una cantidad ilimitada de cuadros pensantes. La exposición parte de la hipótesis de que la Máquina Magritte existe y que consta de varios dispositivos interconectados que corresponden a conceptos recurrentes en la obra del artista, como el mimetismo y la megalomanía. El mismo título de la exposición, La máquina Magritte, pretende ser un reflejo de cómo los temas que le obsesionaban se repetían una y otra vez en sus cuadros, con innumerables variaciones. Con esta muestra los visitantes podrán sumergirse en el universo creado por el pintor belga, donde el ingenio y la provocación son una constante para que el espectador cuestione la realidad que le rodea y reflexione sobre ella.
René Magritte es, sin duda, uno de los artistas surrealistas que más influenció en la pintura de las vanguardias del siglo XX. A diferencia de otros surrealistas, Magritte no se basaba únicamente en el mundo de los sueños, sino que analizaba la realidad cuestionándola de arriba abajo y jugando con la lógica visual. Estaba muy interesado en la ambigüedad de las imágenes y las palabras, así como en investigar la extraña relación que existe entre lo pintado y lo real. Por eso trataba siempre de explorar lo que hay de mágico en lo cotidiano. Y es que la suya es la pintura del desconcierto y de la ambigüedad, que más que darnos respuestas nos deja siempre dudando y en la cuerda floja de las percepciones. Influido por Giorgio de Chirico, pintó paisajes misteriosos e imágenes absolutamente sorprendentes e ingeniosas, con significados ocultos, silencio y mucho sentido del humor.