La Fundación Juan March presenta la primera retrospectiva dedicada a Bruno Munari en el Estado

Un “Leonardo de nuestro tiempo”. Así describía a Picasso Bruno Munari (Milán, 1907-1998), una de las figuras más significantes del diseño y de la comunicación visual del siglo XX. El 18 de febrero la Fundación Juan March inaugura la primera retrospectiva dedicada a España a este artista, diseñador y pedagogo que buscó la esencia del arte y del diseño en el equilibrio entre el rigor y la ligereza, sirviéndose siempre del juego, del humor y de la ironía.

La exposición, ideada como “una muestra colectiva de Bruno Munari” –como él tituló una de sus exposiciones– incluye una selección de cerca de trescientas pinturas, dibujos y esculturas, proyecciones y juegos de luz, piezas de diseño gráfico e industrial, ejercicios tipográficos y escritos y libros infantiles procedentes de colecciones particulares e instituciones públicas y privadas. Tanto la muestra, que incluye desde sus primeros trabajos vinculados al futurismo y al diseño gráfico hasta las últimas experimentaciones de los años noventa, como la publicación que le acompaña están organizadas en torno a los conceptos metodológicos esenciales en el trabajo de Munari: el tiempo, el método, la ligereza, la experimentación y la contemplación.

De una u otra forma, su obra se puede entender “como un ejercicio brillante y continuado porque nos fijamos en todo lo que está ante nuestros ojos ya menudo no vemos”, como explican Manuel Fontán del Junco, Marco Meneguzzo y Aida Capa en el capítulo introductorio del catálogo de la muestra. Con la paradoja de que este artista, que afirmó haber “tratado de comunicar lo que los demás no ven: un arco iris de perfil, por ejemplo”, que hizo visible el aire organizando una lluvia de papel sobre la plaza de una pequeña ciudad italiana en 1969, o que definió el árbol como “la lentísima explosión de una semilla” no es tan conocido como visible que le correspondería. Después de sus experiencias gráficas futuristas en la década anterior a la II Guerra Mundial, en la década de 1950 Bruno Munari se confirmó como una especie de “inventor” de formas y como el inventor de una idea general de “proyecto ” que unía arte y diseño, gráfica y práctica cromática y, a partir de la década de 1970, enseñanza creativa y pedagogía. Una capacidad para jugar en distintos “terrenos de juego” que hace que su figura siga siendo muy actual.