La pandemia mundial desatada por la Covid-19 nos hizo cuestionar y replantear, casi de un día para otro, muchos de nuestros hábitos vitales. El hecho de vernos obligados a recluirnos dentro de nuestras casas y vivir tan sólo con lo esencial y dejar el mundo vacío de presencia humana durante unas largas semanas puso en duda nuestro papel y nuestra actitud frente al mundo . Es el caso del artista Eugenio Ampudia (Melgar, Valladolid, 1958), que a través de la obra Concierto para el bioceno (2020), no exenta de polémica, planteó una reflejo que pone en cuestión nuestra relación con el mundo que nos rodea. El artista ideó un concierto en el Gran Teatre del Liceu destinado a un total de 2.292 plantas que ocupaban todas las localidades. La obra interpretada era la pieza musical Crisantemi, una obra creada por Puccini después de la muerte de Amadeu de Saboya, duque de Aosta. La pieza, interpretada por un cuarteto de cuerda, se desarrolló frente a una sala sin más presencia humana que la de sus intérpretes. El concepto bioceno, planteado por la comisaria de la acción, Blanca de la Torre, se presenta como contrapunto al antropocentrismo en el que vivimos inmersos. Sustituir el antropoceno por el bioceno.
El acto orquestado –nunca mejor dicho– en el Liceu pretendía convertirse en un acto simbólico que hiciera reflexionar a los espectadores y replantearse un cambio de paradigma que pusiera fin al proceso de degradación del espacio natural en el que vivimos inmersos e iniciar una nueva vida con igualdad entre especies. En definitiva, en palabras de los organizadores, el concepto bioceno apela al "comienzo de una nueva era que sitúe, finalmente, la vida en el centro". Esta acción, sin embargo, maglrat tuvo una gran difusión en las redes y los medios de comunicación, también llegó acompañada de polémica dadas las similitudes con algunas obras planteadas por Perejaume, que también había explorado previamente el concepto de la planta como público, por ejemplo , en 2015, en el Teatre de Salt.
Ahora, un año más tarde, Ampudia presenta una exposición que recoge y documenta este Concierto para el bioceno, que podrá verse en el Espacio Isern Dalmau de la Fundación Coromina de Barcelona hasta el 29 de enero. La exposición concluye el proceso iniciado en el Liceu con una recopilación de cuatro fotografías de gran formato y un vídeo que registran la acción en una pequeña instalación que evoca –más que recrea– las plantas que ocuparon las localidades del Liceu por asistir a un concierto a favor del bioceno.