"Els Català, fotógrafos de un siglo" en el Museo de Historia de Cataluña

El Museo de Historia de Cataluña inaugura el 18 de enero Els Català, fotógrafos de un siglo, exposición que nos permite adentrarnos en el ingente legado fotográfico de Pere Català y Pic, Francesc Català-Roca y Pere Català i Roca, tres fotógrafos de una misma estirpe y tres máximos exponentes de la fotografía en Cataluña. Además, la muestra pone de relieve la figura de Maria Àurea Català, formada en la Lonja, quien participó como retocadora, en la aventura fotográfica junto al padre y los hermanos. Sus imágenes no sólo son testigo de los movimientos y corrientes artísticas y culturales que se produjeron a lo largo del siglo XX, sino que también forman parte de la iconografía de la historia del país.

En 1839 se presenta el primer procedimiento fotográfico oficial de la historia, el daguerrotipo, y se utiliza por primera vez el término fotografía, y en 1880 se imprime por primera vez una fotografía por medios fotomecánicos. De 1909 a 2009, tres miembros de la familia Catalán ejercen de fotógrafos y nos dejan cien años de testimonio, lo que nos permite viajar por el tiempo y por el espacio de un siglo XX particularmente convulso. Todo lo que ellos captaron mediante procedimientos ópticos y químicos, ahora mucho más sencillos con la fotografía digital, enriquece nuestra memoria.

Sus imágenes no sólo son testigo de los movimientos y corrientes artísticas y culturales que se produjeron a lo largo del siglo XX, sino que también forman parte de la iconografía de la historia de nuestro país. La exposición nos invita a encontrar puntos comunes entre los autores y reflexionar libremente sobre la extraordinaria capacidad comunicativa y evocativa de la fotografía. Y sin embargo, reconocer la trayectoria de los tres fotógrafos, que fueron testigos y, protagonistas de algunos de los hechos y los hitos más relevantes de la historia y la cultura catalanas del siglo XX.

Pere Català y Pic (1889-1971), su hija Maria Àurea (1920-1993) y sus hijos Francesc (1922-1998) y Pere (1923-2009) nacieron en Valls y en 1931 se trasladaron a Barcelona, donde permanecieron hasta el final de sus vidas. Varias circunstancias adversas truncaron los estudios de los tres fotógrafos, pero su talante inquieto y el afán de conocimiento fraguaron una formación autodidacta. Trabajaron incansablemente y el azar llevó a los tres fotógrafos a ser testigos o, incluso, protagonistas de algunos de los hechos y los hitos más relevantes de la historia y la cultura catalanas del siglo XX. Maria Àurea Català, formada en la Lonja, participó, como retocadora, en la aventura fotográfica junto al padre y los hermanos.