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Editorial

Tomar el pulso al Arte de 2022, después del sondeo en Miami de finales de 2021

Un dels creadors que va presentar la Creative Growth Art Center a la Fira NADA
Tomar el pulso al Arte de 2022, después del sondeo en Miami de finales de 2021

He tardado en escribir una reflexión sobre mi última “peregrinación” a Miami para visitar lo que es el último hueso artístico y económico de la temporada, concentrado en una semana intensa (Art Basel, Design Miami, NADA, Untitled, Art Miami, Contexto , Scoope, Pinta e INK Art Fair, Tha Bass, ICA, Pérez Collection, de la Cruz Collection, District Design…) He tardado en que deben poder digerirse con tranquilidad y darle alguna vuelta más a todo tipo de reflexiones en caliente de propios y extraños. Sirva este artículo también para dar algunas posibles luces y sombras a lo que nos puede esperar en 2022 y que esta efeméride de referencia pone de relieve.

El director global de Arte Basel, Marc Spiegler , que este año también ha tenido que asumir a toda prisa la dirección de la feria de Miami después de que su director se marchara a dirigir una prestigiosa sala de subastas, tenía claro que las dos cosas que se han aprendido de dos años parados físicamente por la covid -virtualmente fueron trabajando como pudieron- es: las ferias y el sector de las artes han reforzado toda su operativa digital -tanto de creación digital, venta digital como básicamente de difusión en las redes- y que los temas de la igualdad, la raza y el medio ambiente tienen un peso cada vez más específico no sólo en los discursos de los artistas sino en las políticas culturales y en primer término en las políticas globales humanas del planeta. Un extremo que le lleva incluso a justificar la propia existencia de la feria diciendo que “el beneficio cultural equilibra el coste ecológico que supone celebrar una feria como la que organizan”. Sobre todo por lo que supongo la huella de CO₂ que representa ir expresamente in situ a este evento y el material que no se aprovecha de una feria que dura los días que dura. Cabe decir que el tema del reciclaje de los materiales de la feria es más rápido de resolver -como ya hay iniciativas que lo consiguen- que el tema de la huella por el impacto del turismo y del viaje, hasta que los quieres en avión o los trayectos en barco no sean al menos con carburantes no contaminantes.

Lo que ha quedado claro es que los países en vías de desarrollo o los que ya están desarrollados, pero no han tenido un nicho en la historia canónica del arte y del arte contemporáneo, tienen cada día más puertas abiertas; incluso con propuestas que quizás no estarían del todo afinadas por maduración conceptual y de ejecución, pero que se exhiben para intentar paliar un déficit pandémico que la dominante visión de primer mundo, heterosexual y blanco ha menospreciado durante décadas. Aún recuerdo mi primer acercamiento al arte chino contemporáneo gracias a la crítica de arte Maria Lluïsa Borràs en la Fundación Niebla de Casavells hace casi dos décadas, entonces ya seguí posteriormente con monográficos en 2008 en la Fundació Miró -Art Contemporani chino de la Colección Sigg- y en varios museos de Viena para acabar con una retrospectiva en 2016 en la fundación Louis Vuitton de París titulada “BENTU”. Cabe decir que el gigante asiático hizo una ofensiva cultural/económica emulando la de los americanos con sus Guggenheim y el plan Marshall como bandera. Sin embargo, a menudo a esta “propaganda” también les surgen discursos críticos como los de Ai Weiwei, el artista-activista que rompe el maquillaje con el que se utiliza el arte para disimular sociedades con déficits democráticos importantes; también ocurrió con el franquismo en la península.

También podemos poner ejemplos como el de la Fundación Tàpies de Barcelona , quien ya apostó en 2014 por la visión afroamericana de Kerry James Marshall (Birmingham, Alabama, 1955), una muestra lo suficientemente relevante y reveladora. Las apuestas de Vicent Todolí en su etapa por la Tate Modern no dejan a nadie indiferente, con la ayuda de la siempre inteligente Josefina Entrecanales . También he visto de la mano del coleccionista Lluís Coromina la apuesta por algunos creadores africanos de Benín, básicamente escultores, en su colección o en las ferias de Miami la presencia del joven pintor ghanés Amoako Boafa que era bastante omnipresente. Y lo hacía con una tendencia pictórica que me recordaba Egon Schiele con una paleta radicalmente distinta al austríaco y muy potente cromáticamente. También hay que apuntar que desde el pasado año tenemos una directora del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), Elvira Dyangani Ose , cordobesa de origen ecuatoguineano y que estudió Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Barcelona – ha rodeado medio mundo–, y que quiere dar a conocer un nuevo rumbo a la entidad en su condición de mujer –es la primera vez que la entidad tiene una mujer al frente en veintiséis años de historia– y en su condición de afroeuropea.

REVOLUSCIÓN DIGITAL: NFT

De entre todas las ferias y espacios artísticos que tuve la posibilidad de visitar y no fueron pocos -mis compañeros de viaje y yo hicimos una media de diez kilómetros diarios mirando arte durante una semana- me sorprendió -y no- que sólo Art Basel tuviera un espacio expresamente para introducir el tema de los NFT (Non-Fungible Token) ; en otras ferias sólo encontré algunas propuestas esporádicas en algunas galerías. El propio Marc Spiegler apuntaba en una entrevista en El País que los NFT son meme stocks [valores virales] y que todavía queda recorrido, aunque la revolución existe. Hace muchos años que se está generando arte digital y videoarte de primer nivel- –la feria Loop de Barcelona es un ejemplo de cómo trabajarlo y ahora se está consiguiendo regular fórmulas para comercializarlos. Y cuando todo esto sucede, surge otro formato digital para acabar de revolucionar y al mismo tiempo enredar un poco más. Lo cierto es que son medios pensados -como la fotografía- para tener difusión masiva y los acabamos "capando" para poder comercializarlos. Y es que la razón de la poca presencia en las ferias tiene cierta lógica, el arte digital tiene más recorrido en los formatos de difusión digital, mientras que la corporeidad de la pintura, la escultura, la cerámica, el dibujo y l obra gráfica tienen sus mejores posibilidades en las ferias donde la presencia física es el requisito. A pesar de que todos sabemos que la potenciación de la difusión de los “objetos de arte” físicos no ha parado de subir a las redes, así como los tours virtuales basados en las ferias presenciales.

LA LOGÍSTICA, UN CIERTO FRENO

Llegar hasta Miami quería decir tener vacunas, papeles llenados… y llegar con todo el material expositivo era algo dificultoso porque aún predisponía tener más “burrocracia”. Los problemas de logística a escala mundial están poniendo trabas a la peregrinación por las ferias. Esto provocó que muchas galerías lo pensaran dos veces a la hora de participar en algunas de las ferias de Miami, la galería 3 puntos de Barcelona, una asidua en Art Miami, este año se quedó en Barcelona. Y lo cierto es que más de un expositor tuvo la mala sorpresa de tener el stand vacío porque las obras no habían llegado (en Untitled y en Art Basel había dos ejemplos destacados). Entre las peripecias, la de la galería hispalense Alarcón-Criado , que conjuntamente con la madrileña Max Estrella , participaron en Untitled y sudaron para tenerlo todo sin tener que sufrir. El papeleo fue muy pesado, explicaban los propios galeristas.

RANKING: NADA/ARTE BASEL, UNTITLED, ARTE MIAMI/CONTEXTO, INK ART FAIR, SCOOPE y PINTA

Claro y rotundo. La feria que me gustó más fue NADA , que por más inri, tenía una sección titulada Printed Matter + Exile Books -emulando la feria Arts Libris. Su dimensión humana, su deje más disruptivo, más fresco, es lo que me sedujo; repentino no, porque en el 2018, cuando participaron los barceloneses Bombon Project, ya se veía una selección muy cuidada y con propuestas rompedoras, irreverentes… Dentro de esta feria participaba Creative Growth Art Center , un centro de arte y galería ubicado en Oakland que potencia las obras de personas con otras capacidades y les hace un acompañamiento extraordinario. El artista de referencia fue Judith Scott. En este sentido en Cataluña han surgido entidades como Fundación Estany, Mas Casadevall, Fundación Estímia, Ampans, Fundación Josep Santacreu, SETBA o Fundación Lluís Coromina que trabajan en esta dirección, al igual que la plataforma de referencia en el ámbito peninsular que es Debajo el sobrino de Madrid. La galería Edel Assanti de Londres proponía un showroom con pinturas de Dale Lewis que no dejaba a nadie indiferente con la temática de la homosexualidad expresada sin tapujos o las propuestas de Ex Ovo de Dallas.

Por otro lado, Art Basel tuvo la participación de dos galerías de Barcelona, Polígrafa -una veterana del sector y de la feria- y Mayoral -que se estrenaba presencialmente-, así como la galería mexicana Labor que dirige la gestora cultural barcelonesa Luz Maso t. La franquicia con sede en las islas y en el país vasco Hause & Wirth tampoco podía faltar. La presencia de autores catalanes estaba encabezada por esculturas, por supuesto, de Jaume Plensa en la galería Lelong. También tenían espacio destacado la galería de Madrid Elvira González y otras míticas como Gagosian o la Galería 1900-2000 de París que ha representado varias veces al autor catalán Xavier Escribà . Es evidentemente que Art Basel es un gran transatlántico, una acción de marketing y economía de primer nivel del gobierno suizo canalizado a través del banco UBS , que mueve el gran volumen de vips de la semana; la excelencia de sus galerías también es innegable, pese a que había bajas destacadas y también alguna alta que sorprendía. La feria es espectacular, tiene una presencia de espacios de obras de gran formato que se conjuga con espacios más pequeños, el de las galerías donde se hace básicamente venta cruda y pelada; un apartado de NFT y una sección de conferencias que querría cualquier museo de arte contemporáneo, así como revistas de arte de primer nivel como Artforum, Freeze … regalando ejemplares por disfrute del público asistente. La valoración global es que ha ido bien en cuanto a público (60.000 mil visitantes, a pesar de las restricciones de aforo) y de ventas, parece que la gente tenía ganas de salir y gastar, aunque todo el mundo era muy prudente en este sentido al inicio del certamen. Una tendencia que parece que deba exportarse en el 2022, aunque la variante ómicron lo retrase un poco más.

Untitled que se aloja en la playa, junto a la feria Scoope , es también una de las refinadas y con propuestas más armónicas y conceptuales. Sería un medio camino entre Art Basel y NADA. Este año los estragos de la pandemia se dejaban visualizar con un deje general algo más medido y sin radicalismos. La gente quiere vender porque la inversión para acudir a cualquier feria no es económico. Entre las propuestas que me captaron la atención destaca el stand que había de la galería Eden Airlnes de Richmond (EEUU) , con un espíritu rebelde y trash con pinturas de Kevin Sabo y la propuesta de Masako Miki con esculturas como salidas de un cómic manga de la galería CULT Aimee Friberg Exhibition . También me cautivaron los fotograbados de Ira Lombardía por la galería Alarcón-Criado y las esculturas de papel-árbol de Miler Lagos y la obra digital de Daniel Canogar Amalgama Phillips de la galería Marx Estrella de Madrid. La Tern gallery de Bahamas tampoco se quedaron atrás con las propuestas de April Bey, Cydne Jasmin Coleby, Kendra Frourup y Anina Major . Y para terminar una propuesta de diseño industrial, sillas del Atelier Caracas producidas por Studio Boheme bajo el título de “Radical Semantic”.

La otra gran feria con visitantes y potencial es Art Miami y su filial Context . En esta edición, el brilli-brilli había pasado a un segundo plano y se veían propuestas menos esteticistas; tienes la sensación persistente en esta feria y en Scoope que haya obras muy parecidas a grandes nombres que se pueden ver en Art Basel, pero eso sí, más baratas. Así, entre las obras de Basquiat o Frida Kahlo y mediáticos como Bansky en la Chase Contemporary se combinaban promesas emergentes y otros emergidos.

La feria Scoope , junto a la arena, es una franquicia global con un totum revolutum de propuestas masificadas de las que hay, de vez en cuando, un par de interesantes. Eso sí, tiene un numeroso público fiel que no para de llenar una carpa en la que puedes coger un resfriado por la baja temperatura producida por los aires acondicionados; una dominante en prácticamente todas las ferias de arte, ¡viva el ecologismo! Entre los hallazgos, la Coloring the word Foundation , con sede en Madrid, que es una organización no lucrativa creada por IAM OKUDA , unión del artista Okuda San Miguel e Ink and Movement , que contribuye a la promoción de la diversidad y la mejora de la calidad de vida de las personas y comunidades, utilizando el arte y el color como instrumento de transformación y cambio.

Las dos últimas ferias para echar un vistazo fueron Pinta , muy floja y concentrada en el mercado latinoamericano, pero que tenía la presencia de la galería barcelonesa Zielinsky con un stand más que digno y que quizás estaba en una feria equivocada; y la feria de arte gráfico, dentro de un hotel y junto a la feria Art Basel, INK Art Fair . Esta última tenía un muestreo riguroso de obra gráfica de primer nivel con galerías históricas como la Marlborough . Precios de todo tipo, pero poniendo de manifiesto que la obra gráfica ha tenido y tendrá siempre un espacio destacado en la historia del arte. Todos los grandes creadores han trabajado en esta técnica sobre papel que tiene una poética y una sensibilidad especial, tal y como la gente del Miniprint de Cadaqués ponen de relieve año tras año.

LAS GRANDES MARCAS DE MODA ENTRAN DE PLENO EN EL ARTE

La relación entre Arte y moda, cuando con algunos diseñadores el soporte textil es una excusa para generar sus creaciones artísticas, lleva décadas presente. Aparte, el fenómeno de cómo las grandes marcas de lujo se han acercado y “apoderado” del arte contemporáneo para dar más creatividad y valor añadido a sus colecciones, tiendas… es algo innegable desde hace décadas. Pero cada vez esto está más presente, ya que su poder para patrocinar a creadores y grandes eventos es una fuente de ingresos esencial para el a menudo débil ecosistema artístico y creativo. En Miami donde esto se pone de manifiesto de manera más clara es en el Design District , un barrio donde todas las grandes franquicias de lujo -la tienda Loewe recientemente inaugurada destacaba con un impresionante mural de Sol Lewitt , que no tenía nada que envidiar al del Caixafòrum Barcelona - se fusionan con el Arte y conviven con espacios artísticos como el Instituto de Arte Contemporáneo de Miami (ICA) , la De la Cruz Collection o las galerías Lelong con una muestra colectiva con una obra de Jaume Plensa, la Opera Galería con una minirretrospectiva de Keitg Haring alucinante o la Goodman Gallery con dibujos y esculturas de William Kentridge .

Si hablamos de arte urbano destacaban dos esculturas gigantes del desaparecido Virgil Ablo h, una instalación inspirada en el ajedrez para la colección primavera/verano de Louis Vuitton , así como las esculturas de arte blando y pop de Studio Proba + Enjoy the weather tituladas Tomorrow Land y que se encontraban diseminadas por un montón de plazas del distrito. Durante aquellas semanas el artista urbano barcelonés Xupet Negre expuso obras en una galería privada de Miami Beach y aprovechó para hacer un gran mural urbano en la zona cercana al Districte, donde ya tiene otras.

El otro gran evento en el espacio público fue el patrocinado por Saint Laurent a ras de playa en Miami Beach y titulado 55 sunrise. Un edificio de pequeño formato instalado como un espacio de arte sirvió para envolver la propuesta del artista japonés Sho Shibuya que quiso poner color a las noticias de las portadas del diario The New York Times , bajo la curadoria de Anthony Vaccarello. El diario servía de lienzo de pinturas inspiradas en el nacimiento del día. Shibuya inició este proyecto, titulado Sunrises from en Small Window (“Clarear desde una ventana pequeña”), como una forma de documentar su vida durante el confinamiento por coronavirus. Como sugiere su nombre, el artista se inspira en la visión que tenía desde su apartamento en Nueva York para pintar interpretaciones abstractas de la salida del sol. Así, el artista pinta encantadores azules, rosas cálidos y amarillos soleados sobre titulares, fotografías y notas. Como resultado, estas bellas composiciones capturan un momento único y son una forma alternativa de soportar lo que aparece en las noticias. Ver estas obras, mientras amanecía o acontecía el atardecer a ras de playa, tenía su encanto y su poética, que se documentó con un catálogo-objeto-diario impecable.

CONCLUSIONES

Las conclusiones poco a mucho podrían decir: las ganas del mundo y del sector de la cultura, que ha sufrido mucho y todavía sufre, para volver a remontar y poner un punto de belleza y reflexión crítica en nuestro mundo. Que las ferias todavía no desaparecen, aunque se reinventan y, como ocurre empresarialmente, o hay grandes grupos (Art Basel) o pequeños operadores (NADA) que tienen un discurso y un nicho estético y de mercado específico. La sostenibilidad en todos los sentidos tiene un peso más determinante que nunca, como los discursos de género y de igualdad racial. El arte será social o no será podría servir de eslogan pero no sólo porque el arte sobrevive a sí mismo sin llevar ningún emblema ni etiqueta. A pesar de lo que queda claro es que tenemos varias pandemias globales paralelas como el sida, las muertes por contaminación, por accidentes de tráfico, por suicidio, por desnutrición o por guerra, la más destacada la covid, que nos dice que la emergencia climática ha llegado para quedarse si no hacemos nada para revertirlo y que esto es quizás el reto más importante de nuestra especie. El “quid” de la cuestión, no es que desaparezca el planeta, sino que desaparezcamos nosotros como instante en el universo. Esta lucha por revertir esta tendencia, el arte y la cultura -como núcleo esencial de la sociedad- tiene un deber para visibilizarlo e intentar modificarlo. Esta realidad y ese cambio de paradigma tiene el arte o debería tenerlo como un aliado principal.

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