Un día de finales de la década de los ochenta, Juli Soler contactó con Francesc Guillamet para que fotografiara ordenadamente los nuevos platos -creaciones, versiones o innovaciones- de Ferran Adrià. El objetivo más elevado era generar un catálogo de esa obra que se vislumbraba inédita e infinita. Infinita porque entonces el cocinero, nacido en 1962 rozaba la treintena. Inédita porque cada plato, cada conjunto de platos, cada colección, cada menú, sorprendía a todo el mundo con resultados nunca vistos en ninguna parte. Combinaciones de técnicas, tecnologías, sabores, colores, productos, aromas, platos, copas, cubiertos, manos, pinzas, dedos. El plato era bueno y hermoso y las combinaciones no eran disparates.
Francisco Guillamet Ferran, hijo de unos tenderos de Figueres, venía de la fotografía artística y no comercial.
Fotografía y platos
Quizá por eso, Guillamet decidió fotografiar los platos como paisajes. También decidió fotografiar los platos como paisajes porque era la forma más económica y la que requería menos equipo. Y para rematarlo, la luz que da a la mesa en la terracita de El Bulli es monumental. En El Bulli usó diapositivas Kodak, la mejor opción para ir a casa del impresor de aquel tiempo, en el que, como aún ahora, lo único que funcionaba digitalmente era el disparador de la cámara.
Definir el arte es complicado, pero convendríamos que lo es cuando la obra innova y expresa sensibilidad, emoción y asombro, y, sobre todo, cuando hay intención de producir emociones. El artista no tiene límite y su obra puede ser desagradable. En cambio, aunque no sea buena para la salud, la cocina debe ser placentera.
Pastilla gelada de sangria, Francesc Guillamet (2001)
¿La cocina es arte?
Dicho esto, ¿la cocina es arte? Puede serlo, pero no la cocina no se arte por sí . Francesc Guillamet tiene claro que los 1.846 platos de El Bulli son obras de arte. Por eso, cada uno de esos platos, ampliado y enmarcado adecuadamente, funciona de forma autónoma como material estético. Entonces, Ferran Adrià envidiaba el tiempo de los artistas para investigar y crear una nueva obra. Trabajaba bajo presión porque él era su galerista que le exigía material nuevo cada primavera. ¿Por qué Ferran Adrià abandonó la cocina? ¿Por qué dejó de ser un explorador romántico? ¿El artista crea siempre y busca nuevas ideas y nuevas técnicas? ¿Tiene la gente del mundo del arte ganas perpetuas de hacer cosas nuevas?
Sobrasada artística
Francisco Guillamet ha hecho arte porque ha fotografiado el catálogo del restaurante que ha cambiado la idea clásica de la cocina, Juli Soler sabía que era necesario catalogar la obra de su galería de Cala Montjoi. Ferran Adrià cocinaba una idea. Miquel Barceló hace una deliciosa sobrasada, una de las mejores que cualquier humano habrá probado nunca. ¿Y por eso debemos creer que esta sobrasada es arte?